Al otro lado del mar

Por José Rafael Sosa

En muy excepcionales oportunidades, teatro, pintura y poesía se encuentran en una fiesta de imágenes, palabras y clamores. Estética de nivel inusual que parte de un texto Premio Casa de las Américas 2010. Sigue en Bellas Artes hoy y mañana.

Teatro es búsqueda de las esencias de la vida. Teatro es investigación, descubrimientos, retos, valladares y llamados a acometer lo trascendente. Teatro es reproducción de imágenes y palabras, en un nivel de estética que sin perder su vinculación con la realidad, la deglute en su previsible cotidianidad para darle rasgos estéticos de trascendencia.

Teatro y Pintura

Sobresaliente el uso de reproducciones en tamaño heroico de cuadros internacionalmente reconocidos y realizadas en Cuba por Omar Corrales y el Taller Luis Márquez de La Habana, correspondientes a Van Gogh, Viamicnk y Monet.

Talentos de tres naciones se unen para provocar un impacto sentido por el público y que proviene de cuando el arte y la escena reclaman con fuerza la dignidad de un quehacer realizado a fondo con conciencia de la responsabilidad del hallazgo inicial, cuando un texto les desafío a todos, como es el caso de lo logrado por la salvadoreña Jorgelina Cerritos (Premio Casa de las Américas 2010).

Los actores

Víctor Pinales y una Karina Noble, que logran en escena una relación artística que se siente en cada uno de sus pasajes emotivos, en cada uno de los procesos de enfrentamiento y acercamientos.

Víctor Pinales, como Pescador del Mar, y Karina Noble, como Dorotea, se enfrentan frente a la cuestion de la identidad como imperativo para ser, como requisito que plantea la burocracia oficial para ejercer derechos o acceder a servicios, dando como resultado la negativa de existencia a quien existe frente a nosotros.

Y más que el tema de la identidad, la pieza tiene como real telón de fondo, el urgente tema de la autodeterminación, y la validez del ser.

Pinales está impecable, integral e intenso en su rol, como pocas veces tan convincente, tan intenso y con tanta nobleza escénica.

Su histrionismo se desgaja particularmente en los procesos parlamentarios rápidos, sorprendentes. Noble, resume responsabilidad histriónica y una veteranía que administra con luces de tonos acordados y con una gerencia audaz de los cambios de “momentums” en su Dorotea.

La escenografía toda conspira para unirse con fuerza a un espectáculo que es uno de los mejor de los presentados aquí por Martín Ríos, director.

Plástica y elusiva, penetrante, poéticamente sugerente, esta pieza del tipo de aquella que todos deberían ver cuando menos una vez al año.

“Quien tiene una esperanza, no muere” dice una de las frases poéticas más brillantes del texto sobrecogedor de la poeta y dramaturga centroamericana.

Sigue en Bellas Artes

Anoche, 89 personas fueron testigos de excepción de este montaje teatral. La obra vuelve a escenario hoy sábado y mañana domingo a las 8:30 de la noche. El público inteligente y sensible deberá llenar las funciones 

“Al otro lado del mar” Vibra el buen teatro

Por Máximo Jiménez

La dupla que conforman los reconocidos actores Karina Noble y Víctor Pinales destila teatro por los poros. Su sola presencia en escena nos advierte que estamos ante la representación de un montaje que prescinde de las escenografías grandilocuentes, los diseños apabullantes y de aditamentos que minimicen sus actuaciones. Pareja en la vida real y compañeros profesionales en Al otro lado del mar, Noble y Pinales manejan con buen tacto este texto formidable que nos presenta a dos personajes opuestos, pero dispuestos a cerrar la brecha para alcanzar la felicidad que se manifesta de una manera tan sencilla para uno y tan compleja e inalcanzable para la otra.

La dramaturga salvadoreña Jorgelina Cerritos, que ganó el premio Casa de las Américas con esta obra, aborda el problema de la identidad de las personas, esa identidad oficial que asignan los estamentos del sistema, y la identidad que define la personalidad de alguien: carácter, temperamento, quizás. Por eso tenemos a la mujer, que no es lo mismo a decir de Dorotea; tenemos al hombre, que también marca distancia de quien es el Pescador. Primero, Víctor y luego, Karina. Y aquí sí cuenta el orden de los factores. Pinales literalmente se comió y regurgitó lo que le tocaba, diálogos que sacuden la ignorancia, parlamentos subliminales y frases que podemos celebrar.

Noble y menos penetrante estuvo Karina, no por eso menos disfrutable. Porque esta pareja (teatralmente) dispareja, tiene el millaje que ya no aguanta más aceleración para ganar experiencia. Lo suyo ha sido el teatro, puro y simple, y con su puesta en escena de Al otro lado del mar, asistimos a un festín dramatúrgico/interpretativo que muy pocas veces se puede conseguir en nuestra galopante agenda teatral contemporánea. Por un lado, un texto exquisito de la dramaturga salvadoreña, psicóloga por demás, que aporta una visión interesante de la madurez de la mujer, y el desplazamiento natural que imponen las sociedades del tercer mundo. En el otro extremo, dos actores pesos pesados: Karina y Víctor y, para completar lo que necesita una obra para manifestarse a la altura del teatro de calidad, al cubano Raúl Martín Ríos, director que antes había trabajado con Pinales en el monólogo Casio.

En Al otro lado del mar puede que encontremos más que la tierra prometida cuando se zarpa con la esperanza de poder vivir mejor. A los que nos quedamos, nos dejan este teatro relampagueante que enriquece el espíritu y alimenta la paciencia para poder seguir esperando montajes que, como este, purifican los fundamentos del oficio que con el tiempo se hace arte. 

Pieza de República Dominicana "Al otro lado del mar" sorprende el público en Mariana, ciudad en el interior de Brasil 

Por Bruna Fontes (Traducción de Cristiane Grando)

Sorprendente y bien construido, “Al otro lado del Mar”, espectáculo del Grupo Casa de Teatro de República Dominicana, fue aclamado varias veces en la noche del miércoles 11 de julio de 2012 en el Teatro SESI Mariana. El idioma español usado por el grupo no intimidó el público, que llenó la casa.

La pieza retrata la historia de un pescador inmerso en el esquema burocrático de las ciudades y de una funcionaria de órgano público cansada de lo que hace. Estos son algunos de los elementos que dan el puntapié inicial para que la trama se desarrolle alrededor de las dificultades, frustraciones y angustias de los dos personajes, lo que describe una sociedad cada vez más reglamentada e indiferente a los sentimientos humanos.

El sonido traído desde el país de origen y el bello juego de luces que permitía adentrar por las horas del día y los pensamientos de los personajes fueron coadyuvantes junto al sorprendente escenario. Un despacho público disputaba espacio con una playa hecha de arena en la misma tarima. Pero el deslumbramiento mayor fue ver el “mar” que se encontraba allí, llevando quienes asistían al éxito.

Nilson Ros, gerente del Teatro SESI Mariana, afirmó que “la curiosidad de entender el idioma hizo que el público tuviera mayor interés por asistir y comprender la pieza”.

El grupo se presenta de nuevo hoy [12/07/2012] en el Festival de Invierno en la Casa da Ópera de Ouro Preto a las 19 horas.

Obra de Jorgelina Cerritos, Al otro lado del mar habla de las relaciones humanas a partir de las identidades asumidas en el cotidiano. A partir de la relación entre dos personajes, la escritora desarrolla una dramaturgia madura, poniendo los personajes en un contexto actual que refleja las dificultades de la convivencia en un mundo contemporáneo fragmentado. Grupo: Casa de Teatro (Cuba/Rep. Dominicana) Local: Casa da Ópera – Ouro Preto 

“Al otro lado del Mar” da lección para simplificar la vida y es un ejemplo de la integración del teatro con América Latina

Por Kamilla Abreu
Traducción: Cristiane Grando 

Un lugar donde dos personajes se encuentran “perdidos”, buscando su identidad, el sentido de la vida y los sentimientos que impulsan su ser. Este es el enredo del espectáculo “Al otro lado del Mar”, del Grupo Casa de Teatro, que tuvo su segunda presentación en el Festival de Invierno la noche del jueves 12 de julio de 2012 en la Casa da Ópera de la ciudad brasileña Ouro Preto a las 19h.

Según el director de la pieza Raúl Martín el espectáculo es sobre la identidad latinoamericana, a pesar de ser una realidad universal. Raúl afirma que uno de los personajes está libre de los dogmas, leyes de la sociedad que han atrapado la libertad del ser humano. El director explica que la historia retrata “una busca esencial y verdadera por la felicidad. Es una lección de cómo simplificar la vida”.

Según la pareja Theo Webber y Maira Oliveira, respectivamente de Francia y Salvador de Bahía, Brasil, el tema de la pieza es muy interesante. Para ellos, “Al otro lado del mar” muestra que podemos encontrar nuestra identidad, independiente de acta de nacimiento, cédula, nombre, etc. “El tema nos impresionó. Dos personajes distintos que se encuentran y se complementan”, declara la pareja.

El espectáculo llenó la Casa da Ópera, con derecho hasta a fila de espera. El sonido y la iluminación fueron factores esenciales para el éxito de la pieza. El espectáculo, según el director, fue escrito por una salvadoreña, actuado por actores dominicanos y con dirección cubana. Esto representa, según él, la integración del teatro con América Latina 

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